periodismo

Hace algunos dias el gobierno de Perú decidió aprobar el Régimen Laboral General Para Jóvenes de menos de 25 Años, también llamada “Ley Pulpín”. Hay muchos recursos en los cuales uno puede encontrar información suficiente sobre la ley desde ambos puntos de vista, y siempre es bueno tener en cuenta otras opiniones.
Es evidente que muchos sectores de la economía peruana se están desacelerando, pero más notorio aún es la posición de ciertos grupos empresariales, que ante cualquier cambio fuera de sus predicciones, reaccionan con una particular incidencia contra parte del sistema laboral del país, en particular ciertos derechos relacionados con remuneraciones y beneficios. “Hay que reducir los sobrecostos”, dicen. Bien, una empresa necesita equilibrar los costos laborales para ganar. Se entiende. Lo que no me queda claro es si realmente este régimen laboral puede ayudar a reducir estos costos como para aumentar beneficios. Y si se tratase de solo aumentar beneficios para las empresas, ¿sería legal y adecuado que exista una ley que en teoría tendría que beneficiar a la sociedad en conjunto, solamente beneficie a un sector empresarial en perjuicio de otro sector mayoritario?
En un interesante post de facebook del blog Grancomboclub, Silvio Rendón explica que la baja de costos no genera mayor empleo. Lo que sucede en realidad, es que los empresarios se quedan con las CTS no ganadas como beneficios, y que la redistribución hacia estos mismos, u otros empresarios que genera el dar estos beneficios se elimina, lo que significa, eventualmente, menor demanda de productos en el mercado. Obvio que esto es un análisis es muy economicista, y hay que considerar otros elementos sociales. Lo que queda en evidencia es que, ante la histórica inutilidad del gobierno peruano de hacer respetar las propias normas que ella elabora, intenta crear nuevas leyes para llenar vacíos en la sociedad. Si se quiere que ciertos sectores aporten al sistema y reciban sus beneficios, sería mejor que el Ministerio de Trabajo hiciera su labor: fiscalizar. Pero claro, con apenas 200 (o quizás menos) inspectores laborales, eso es quimera. Como la quimera de decir que es un régimen voluntario, como si los trabajadores tuviesen algún tipo de poder negociador al decidir sus condiciones de trabajo. Yo creo que no todas las empresas cuajan dentro del régimen general, pero primero habría que asegurarse como flexibilizar con la menor reduccion de beneficios laborales posible. Por cierto, no hay jovenes vagos. Mi experiencia es extraña. He buscado por mucho tiempo trabajo remunerado, y no es que haya tenido la suerte de lograrlo. Todos te quieren de practicante, y nadie te quiere pagar. Como si la vida se viviese respirando del aire. Por ese mismo motivo, los comprendo.
Algunos videítos sobre la protesta.